2019/11/11

Algunas reflexiones sobre okupación, racismo y guerra entre pobres

Ante los ataques del mes de octubre contra la práctica de la okupación, como defensoras y practicantes de la misma entendemos que los hechos de Ezkerraldea están generando discursos que son especialmente preocupantes por clasistas y racistas:

1 CRIMINALIZACIÓN DE LA OKUPACIÓN

- Vivimos desde hace décadas una crisis económica y social profunda, en la que la brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor. Con los indicadores del empobrecimiento colectivo en una mano (los desahucios, gente en la calle, salarios a la baja) y la renta inmobiliaria en la otra (VPOs para la clase media, alquileres abusivos, pisos turísticos, acumulación de capitales, fusiones de bancos, corrupción en instituciones...) queda claro el carácter de clase de la okupación.
- Quienes okupamos lo hacemos por responder a una necesidad básica y ejercer un derecho que se nos niega o también como herramienta política de denuncia y sabotaje contra la especulación salvaje y contra el mercado inmobiliario. Y cuando el PNV, el PP,Ciudadanos y todos los adinerados vascos y españoles, junto a sus grandes medios de comunicación a sueldo atacan a la Okupación, están criminalizando el contrapoder de los pobres en nombre de las grandes inmobiliarias y los bancos; en nombre de La Propiedad Privada.

2 RACISMO, GUERRA ENTRE POBRES

- Este ataque contra la okupación tiene claros tintes racistas y xenófobos, pues los hechos de Ezkerraldea han puesto en el foco público a personas de etnias minoritarias, a gente racializada y/o migrantes. Si fueran los grandes propietarios vascos y españoles (con 100 pisos por familia), los bancos y las grandes inmobiliarias, quienes intentaran echar a los okupas, la respuesta popular sería mucho más fácil: capitalistas y especuladores que dejan en la calle a unas familias en nombre de su beneficio económico. Pero no es el caso, en este caso son vecinas y compañeras de luchas en otras tantas ocasiones, quienes hoy dan argumentos e imágenes poderosas al enemigo. Es la recurrente guerra entre pobres: y mientras tanto los que nos tienen hambrientas, se frotan las manos. Deberíamos cuidar más quien sufre las consecuencias de la instrumentalización de nuestros discursos y acciones.

3 APOYO MUTUO vs PROPIEDAD

- Desde el movimiento de okupación apostamos por que se okupen casas y espacios abandonados (varios años); a poder ser de grandes propietarios, bancos o inmobiliarias. A la lógica de la propiedad, oponemos la lógica de la colectivización. A la idea de seguridad ciudadana, le contraponemos la de comunidad. Okupar es apostar por autonomía, por lo colectivo, por apoyo mutuo entre vecinas del barrio/pueblo.
- Sin embargo, ésta ética no es compartida por todas (okupas y no-okupas). Puede que haya vecinas que no respeten las normas de convivencia, y acaben generando problemas a la comunidad o el barrio donde viven. Abrir casas donde efectivamente vive gente de clase trabajadora, especular con ellas o explotar a terceras en ellas, es carroñismo capitalista; es lo mismo que hacen los bancos, las inmobiliarias o quienes alquilan pisos turísticos en barrios populares a precios de centro.
- Y esto no tiene nada que ver con la okupación. Impresentables los hay de todos los tipos, okupas, propietarios y de alquiler. Por ello, si unas habitantes crean problemas a la comunidad y/o a la vida de barrio, no es porque sean okupas o porque sean personas racializadas, sino porque o bien responden al papel de “indeseables” que se les asigna socialmente y se les estigmatiza por ello, o alguien les paga para ello o saca provecho de ello. Ahí hay que mirar.

4 PROBLEMAS ESTRUCTURALES, SOLUCIONES RADICALES

- No se puede hablar de derecho a la vivienda para todas y abolición de la especulación, sin hablar de precarización de la vida y explotación laboral. Es lucha de clases. Y luchar es señalar a las inmobiliarias que están haciendo mobbing en Santurtzi para edificar nuevos pisos con el nuevo PGOU; es apuntar a los bancos y fondos buitres que desahucian familias para reformar barrios y colonizarlos con nueva gente de clase alta; es defendernos de los matones y nazi-fascistas de Desokupa; es tener claro que el PNV, PPSOE, C’s, VOX o el PdCat se benefician de ésta polémica anti-okupa, alimentando los tintes clasistas y racistas del debate.

Ante ello nosotras, todas las demás:
TODAS las vecinas proletarias de Ezkerraldea (sin distinción étnica o cultural); las que vivimos en los barrios populares; las que cuidamos viejos y limpiamos castillos en Neguri; las okupas que construimos comunidad cada día; las que sobreviven sin papeles ni derechos; las niñas de etnia gitana que se quedan sin compañeras de escuela porque les cambian a centros “menos problemáticos”; las que trabajamos todos los días o que luchamos por sobrevivir sin casa y/o sin trabajo, luchemos juntas para reapropiarnos del derecho a la vivienda y de nuestras vidas.

¡Reconstruyamos la solidaridad entre las desposeídas y dirijamos la rabia hacia arriba, contra explotadores, especuladores y su Propiedad Privada!